
Treinta y cuatro años después del ya mítico accidente, el autor acompañó a un grupo de sobrevivientes con sus hijos a la montaña. Cada uno de ellos recuerda cómo fueron los setenta y dos días en la cordillera y cómo superaron esa situación extrema.
Este film es el inmejorable resultado de dejar madurar una historia. Una lección acerca de cómo, detrás de la tragedia y la adversidad, pueden asomar una sociedad diferente a todas las conocidas y la alternativa de ir más allá de lo posible.